En la casa caminas orgulloso, aspirante.
Pechas las arcadas, las puertas. Hay cierto salvajismo en el contacto, y hay lavajes. Las casas son civilizaciones, aptitudes,
debates. No hay manera de andar por la casa al modo
grave, siempre levitas. Ellas, las matutinas, las descalzas. El escritor ha de ser aquél que ha dado con
una casa aliada. La casa es la distancia entre los hombros, el
trazo.
Yo amo las casas invadidas por los jazmines
cabezudos. Una casa es una mollera, un modo. A veces creo que las casas solamente son
auxilios. Deberíamos saber que habitamos aberturas, no abrazos. La casa que procuro es la
desenvoltura. Algo ventoso que deshace el talle. Vivo en una divergencia, en la expulsión. Una casa es un color completo, una propuesta
de ventana. En estas casas todas las vistas son frontales.
Es una circunvalación floral.
¿Resides ya en un ala?
Rafael Teicher
Foto: Gabriela Bruckner
Foto: Gabriela Bruckner
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