¿Qué almohada le faltará al
viento cuando se apague la última pluma del mundo? ¿Quién escribirá los claveles?
Sentado a la sombra descarnada de este árbol, dibujo en la tierra, un corazón chino, que no podrá secarse. Intento detener la blandura del pájaro ( libre ) con los movimientos enfermos de los dedos. Desbordo hacia un cielo
amoroso, y gris, que relumbra en el fondo de un sombrero
¿Qué nos aguza y nos trasplanta?
¿Crecerán los cristales antes de que se quede dormida la noche? ¿Vencerán al viento?
Estamos desabrigados ante el
blanco impenetrable. Además, vendrá la lluvia con su
manto de fósforos y nos castigará las manos
Quiera al menos la vida que no acabe abierto, y rojo, sobre la piedra del mundo, como un pájaro inatrapable
Texto: Rafael Teicher
Fotografías: Gabriela Bruckner
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