Quemar una manzana es devolverla
Desedifico con los dedos, vuelvo viento
Y cavo
¿Cómo no han de brillar las cáscaras de plátano? ¿Podrían cerrarse?
Lo que ves es lo que ha huido, lo apto. Cada boñiga es un triunfo
Pero la respuesta es la noche, dice
Rafael Teicher
Mínimo y Descosido II
Cada dedo mío es un ojal, un tránsito. Por eso me gusta llamarlos los dedos-pozo, los espías
Si me miro así, descubro que soy como un faro que cuelga de un helicóptero, o una cuenta
Sin embargo mis ideas son ferroviarias y hasta colorantes
laceran
Hoy me desencuentro los brazos, me confiero —tal vez querría cuajar
Si he de correr que sea inclusivamente, me digo
He visto correr de este modo a los bisontes, a los ciegos también. Corren para inventarse
¿Las palabras son disparos o ablaciones?, dudo
De todas formas he llegado a conocer la cosa sin piel, el empuje, amor
No te confundas, la luz no es suave, es lo que jala, el toro, la descuartizadora
en fin...
Qué curioso, en días como estos, decido quedarme sentado sobre un ala
venciendo
Rafael Teicher
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