Se diría que son costuras o predicamentos. Son raspaduras de cáscara de huevo, propósitos
Da gusto verlos continuándose, invencibles
Quizás no tienen ejes óseos, sino que llevan silbidos por dentro, a modo de estacas. Han de ser fuselajes de aeromodelismo, confines
El problema de los brazos de Gabriela es que no abrazan, tampoco inundan. Realmente son brazos tramados, repiques. Complican más que embolsan. Son brazos sumados, convergencias
Ella no aprieta con los brazos, ella conjuga
A veces me pide que le convenza los brazos, que los impida. Son brazos peregrinos, le contesto, no se puede hacer
Han de ser palabras en voz baja, solfeos
A mí me gusta cruzarme un brazo de Gabriela por el torso como si fuese una cicatriz o una banda presidencial, son brazos que confieren, amor, le digo
Estoy seguro que sus brazos no duermen, sobre la almohada parecen peces inventores, empresarios
Nunca he visto que sus brazos tengan comienzos, son prórrogas
Si tuviese que compararlos diría que son antojos de paracaidista, o baladas
Son pespuntes, incremento, bolsillos ventosos, bienestar
Y sus brazos son calcos, manías, sombras de mariposas, itinerarios. Son salvoconductos, dinteles, lonjas
Hete aquí que he encontrado la causa de tus brazos, le digo, son sueños de la arena
Aunque los pongas a trasluz, no podrás verles las venillas, son homogéneos como barras de hielo, vacíos
Y esa es la virtud trascendente de tus brazos, amor, que son saltos
Rafael Teicher
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