al pie del árbol infinitesimal
se dora el diamante del apóstata
el día ha torcido por las ciudades de la luz,
convexo y puerperal,
orinando
su gota
los vientos verdes ponen al viento el vello púbico:
se apuran en la veta dormida
atrás se deshoja la ventana,
cayendo como un oso
sin párpados
en la noche
excremental
han muerto los huevos maternales
equilibrados en el labio
los noctívagos vuelan de rodillas
hacia las arenas enfurecidas
e innombrables
alcanzando, al fin, la postura militar
del pájaro concluso
Fotografías con Celular: Gabriela Bruckner
Texto: Rafael Teicher
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