Idea Fuerza Argumental: una joven frívola cavila entre los placeres de la vida festiva y la solvencia de un amor genuino. Haciendo honor al título ( "La Golondrina" ), se inclina finalmente por la emigración. Evade al pretendiente prefiriendo el imprevisto.
Esta ópera no está vertebrada según la alternancia entre recitativo melodramático y aria o conjunto, como el resto de las piezas de Puccini. Aquí, se han esfumado las medianeras, conformándose una masa eólica y amable de canto orquestado, donde los módulos y los episodios melódicos dan paso a un flujo continuo e incesante. Lo curioso es que el resultado final no es la amalgama laxa, y a veces tediosa, de la lírica impresionista. La obra no pierde la galanura y el buen tono. Estos sucesos compositivos dan pie a una serie de inquisiciones:
¿Corresponde esta estructura homogénea y elusiva de la música a la motilidad afectiva de la protagonista? ¿Se aconseja indirectamente el éxodo a la institucionalización? ¿Se denuncia la tragedia de la fluidez o se le decreta un panegírico? ¿Adolece esta ópera de vetas melódicas inspiradas o las esquiva a voluntad? ¿Es factible una afabilidad tonal sin el estacionamiento en el sosiego de las arias? ¿Oculta una aspereza ontológica ( elegante ) la disuasión de las fronteras entre recitado y número? ¿Después de qué codo de su extensión una melodía se malogra o se sublima, convirtiéndose o abriéndose en infinito ( que al fin de cuenta es término )?
Rafael Teicher
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