emigro descalzo
hacia insolados derribos
hacia insolados derribos
procuro atravesar la encapotada claridad
con los muñones
busco la erupción dadivosa
del jazmín en celo
la antigua puerta despejada
al tiempo
llevo en los bolsillos
dos o tres agujeros mudos
y un traje asustado y sidéreo
con una rosa de orina en la solapa
las calles mastican en el cruce
el pellejo de una estrella
yo deseo, con el peso total del corazón,
desaprender los libros
dedicarme otra vez a cosechar penumbras
y ponerlas a madurar en un zumbido
juro que ensayaré el beso inexistente
con una almohada enana
y con la colección de mis lágrimas, les prometo,
que forjaré un deslumbrante
rosario de hielo
Rafael Teicher
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