( Esto No es un Blog, es una Revista Cultural - Se Edita por este Medio porque aún No Consigue Financiación para ser Lanzada en Papel )

domingo, 29 de noviembre de 2009

Pubis del Cosmos


y por eso soy mujer

dentro de la tragedia
fuera de la tragedia

mujer

un rugirse intenso desde la tragedia
un sin-descanso

la serenidad del pubis del cosmos

Eva

el cosmos la ruge
desde adentro

nos la ruge

más
menos
poco
nada

nos la ruge

la escuchamos todos?
la escuchamos toda?

( vive )


todavía en la tragedia
todavía en la búsqueda
todavía la mujer
todavía el fruto


toda vía es madre

buscar vías en la claridad
es entibiarse en sus ojos

-para percibirla-

la intensidad nos resuelve imperceptibles?

para la mujer
para su vía
para su todavía

llegará el día
el volumen del día
el día del rugido

-el día-

en que la mujer llorará su parto


Gabriela Bruckner

lunes, 23 de noviembre de 2009

El Estilo

—Aria para Enano


“El patín más duro del trineo” le dijo a “La colonia de huevos de tiburón que vivía en el zapato”: El estilo sucede por desenredo, las voces bajas han de patear la tonalidad para recuperar el cuerpo.

Pero “La colonia de huevos de tiburón que vivía en el zapato” le replicó: Lo seres si no son nudos o anudaciones protuberantes engastadas las unas a las otras, son viento.

Mientras tanto, “El vapor de la locomotora decimonónica de juguete” se daba el hocico contra la puerta balcón intentando caerse entre las flores —eran dalias.

Porque había dalias en la terraza de teja recién baldeada.

Había dalias encintadas a la luz liminar de un toldo rústico, volante.
Y había el perfume del cuerpo de una novia que se fue a vivir al mar.

Con el calor de los bolsillos de los trajes colgados “El patín más duro del trineo” pensaba hacerse un globo para escapar por una claraboya, pero “La colonia de huevos de tiburón que vivía en el zapato” le observó:

El amo que duerme en la gota de cera ha vaciado los bolsillos en una fuente, mejor será que coincidas con el pulso del corazón del pollo.

Afuera, la perentoria lluvia castigaba una rueda blanca con sus manos silentes...

Rafael Teicher

viernes, 20 de noviembre de 2009

no-premios


hundir mi labio en la caricia

es cantarle al alba toda su promesa


redimirla hacia los llanos

y abreviarla en una uva


como cuando el viento sonríe pijamas



la puerta ha sido abierta

para pronunciar todas las flores


cada puerta

con todas sus puertas



avanzan en sus muecas los salmos

( los de las tibias mareas

los de los no-premios )



porque elevarse-hacia

es

embeberse en sus entonces



regar palma a palma

la plenitud primera de todos sus caprichos



Gabriela Bruckner

viernes, 13 de noviembre de 2009

Es una Súplica


te pido el misterio


a veces el llanto necesita del misterio

del misterio a campanadas


o de tres silencios


a veces se extraña el puente hacia el nosotros

un nosotros abierto

en un nosotros crujiente


y cuando no hay nada en las mañanas del viento

cuando el manantial de rostros

cuando la oscuridad del bronce


cuando el no-suceso


te pido el misterio


la necesaria irrealidad de una palabra



Gabriela Bruckner

La Alegría de los Pájaros


—a Nick Cave



¿Puedes entenderte Rafael como archipiélago, como gota de perfume que sonríe cuando la mata el mar?

¿Puedes acaso verme girando como un beso en los lavabos?

El amor cansa los cuerpos, los deja respirando como berros en la tabla, les sacude el polvo de las manos

¿Puedes leer como frunciendo la ola de la hoja hasta que salten los delfines, hasta que todo se vuelva verde como una serpiente, hasta que madure el mundo como un golpe?

Te desdoblas tras la puerta del ropero simulando, te pruebas corbatas infinitamente tristes como canciones, te despeinas y te abrazas locamente, yo te conozco tanto

Rafael, busca en el vientre del abadejo la razón de mi ternura, revuelve con los puños trabajando

Eres capaz de abrir los brazos como un Cristo para entrar en la iglesia de la lluvia, pero ¿cortarías tu vida con un salto de motocicleta en el vacío sin derramar un sólo verso?

Te creo capaz de todo cuando el ocaso te toca los hombros con sus muñones de coco colorado, te creo posible como el llanto, como los peces que silban cuando brican, como el azufre, perfecto y hermoso como el cuello, invertebrado

Te he acompañado como un padre con el filo de los ojos, vigilando la temperatura de tus pasos

Te he soltado en las techumbres para que vueles como nieve, sin adentro, hecho sonrisa, vuelto en ojos como el temblor sexuado de la sombra, disfrazado de latido, paciente y ciego como el barro ¿y tú me pagas marchando hacia la cueva donde cuelga de cabeza el idioma como un grajo?

Mejor estírate hasta tocar los lindes con los codos, ensancha los colores con el cuerpo, entra en las fiestas taconeando

Yo te traje del abismo de las formas barajadas hasta el columpio de la vida, te pensé levantado de la cifra como un busto, honra el laberinto de mis flores negras con tu tránsito

Eres más fuerte que yo, duro como el pétalo, invencible como la avioneta que dibuja un corazón en el poniente, y eres más manso

Cava en mí hasta tornarme una fragancia de alelíes o el hedor de la cola del león, conviérteme en almejas devoradas o en el silencio del basalto, dame la vida

Tienes la potencia del insecto, la inconsciencia de la dimensión sobrante, la premura de las luces, tienes espacio en tu pechera, eres como la alegría de los pájaros


Rafael Teicher

Siluetas de Agua


reclinarse entre dos noches

es como sucederse


en una lluvia

en tantos besos

en cada terciopelo mudo


en callejones de pespuntes rojos

con sus aires de trópico


sin corriente y sin espacios


sin dejar de sernos


bajo racimos de un primer nombre

con sus siluetas de agua


un sucedernos


un movimiento de ventanas blandas

un rendirse entre corolas


un sí


un largo sí


ya se sueltan los tejados pardos

ya se abrazan


ya sus ríos nocturnales


con sus doseles calmos

y sus paredes húmedas de sol


sucedernos


sin verbos que maduren tiempo



Gabriela Bruckner

Noche en Armas

—a Juan Rufino Virasoro



Noche

Jalea del cuervo
Trauma de la miga
Costilla mundial

Noche

Fiesta del hilo
Dolor umbilical del puñobeso
Puchero de claveles negros

Orgasmo de serpiente

Teorema del huevo

Prosa del ábaco

Omnipresencia de la piel

Noche

Pajarita descalza
Balandra rubia
Cálculo griego
Peluca de azufre
Tonel en coma
Aforismo de luz

Noche: bacará, pólvora, axila, res, bitácora

Noche: multisexo, cofia, cráter

Noche: salto de la misiva
Noche crucifecta
Noche bisonte
Noche Billy Wilder

Noche

Esfera de Milán
Hocico
Dendrita

Noche salpimentada
Pronombrada
Fascista

Noche de abril en Ibagüé

Noche percutida
Noche ocho cilindros
Noche en tetillas
Noche Infectocontagiosa

Noche

Agujereada
Telegrafiada
Olida por un burro

Noche China con otro Cristo
Noche del buzo

Gimnasia de la noche
Vademécum del ciego

Noche muscular
Noche sin “h” y con aretes
Noche jadeada
Noche petroquímica

Noche

Administrativa
Amada por el oído a martillazos

Noche expedicionaria
Noche con bozo
Noche en vinagreras
Noche cuadrúpeda

Noche

Zapatera
Caja del boomerang
Cuerpo del grajo
Entierro del maniquí de pelo virgen
Cigarrera para almirantes
Organillo

Noche de polietileno
Noche: tercer bigote del gato
Noche pobre y sin asas
Noche epiléptica
Noche constrictora

Volatería de la noche
Arrope láctico de la noche
Cambíbora de la noche
Gramófono de la noche
Cuchillería de la noche
Quietud moral de la noche

Noche

Talabartera
Féretro de palisandro con herrajes de oro
Plátano de fuego
Aguamanil grasoso para la gordura de la lima
Infusión de mejoranas amargas

Cañabrava

Noche enrocada a la izquierda
Noche anticonceptiva
Noche acorazonada
Noche abotonada

Bolero de la noche
Ultimátum de la noche

Sala de bolos
Campo de golf

Maldita y con jipijapa
Noche: Iglesia de la concubina marsellesa
Simposio de astrólogos

Noche Pavorida
Noche enjaezada
Noche inventora

Noche: raqueta ventilada
Lavandería de sangre del primer amor

Noche

Pala excavadora en plenilunio
Voces cardiorrespiratorias

Noche a cucharada sopera
Noche sin pantalones
Noche biliosa

Mesana de la noche
Semana Santa de la noche
Nochemedia

Noche: paprikosa, trapichera
Noche zaina, racial, solante
Noche poligenésica y pancreatítica

Noche en armas

Noche


Rafael Teicher

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Pétalos Boreales

A Rafael Teicher


podría sumergir mis pies-manzana

en la espesura calma de tus labios

entre esos dos vientos que desmenuzan mi alma


podría sacudirlos al sol

abrirlos como pétalos boreales


y esperarte


es que comprender tu voz es llamarte entero

por eso te camino con la intensidad del blanco

te arrimo entre todos los blancos que respiran tu palabra

te asemejo


y como la vida nos baila eterna

y las manzanas te nombran


te arribo

bajo la pupila de mis pies-manzana


cuando la serenidad de tu boca

me nace en pieles



Gabriela Bruckner

Sentada en la Galería mirando el Pasto

A Gabriela Bruckner


Sentada en la galería mirando el pasto parecés un proyecto de viaje a la luna en flauta, o un pedacito de queso con forma de flor, y también una provocación invisible.

Caminás apartando sonajas de murano lilas como si se tratara de rabos negros.

Llegás descalza junto al pozo, que curiosa y paradójicamente va con el pie cubierto.

Hacés triángulos con las manos, que se desprenden y caen al agua en sol mayor.

Y sobre todo, soñás la posibilidad de una ingeniería benigna que resista al viento como la coraza perfecta de una hormiga.


Rafael Teicher

lunes, 2 de noviembre de 2009

Pies tempranos


mis pies le responden al día

jadean miradas de sol

rodean el agua


si ventilan manos entre las hojas pardas

es porque concilian el sueño del viajante


también callan

callan en horas de vuelo y en girasoles calmos


condensan lo mojado en lo celeste


resucitan


y mientras curvan el día

mientras tanto tanto

asimilan los colores que la mente arrulla


y se los bailan


gustan de hacer arte a salpicadas


frente al día-mis pies-

bajo el peso errante


finales


tempranos


Gabriela Bruckner