hundir mi labio en la caricia
es cantarle al alba toda su promesa
redimirla hacia los llanos
y abreviarla en una uva
como cuando el viento sonríe pijamas
la puerta ha sido abierta
para pronunciar todas las flores
cada puerta
con todas sus puertas
avanzan en sus muecas los salmos
( los de las tibias mareas
los de los no-premios )
porque elevarse-hacia
es
embeberse en sus entonces
regar palma a palma
la plenitud primera de todos sus caprichos
Gabriela Bruckner
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