Y, a medida que se preguntaba qué es un poema, se le doblaba la nariz, hacia el suelo, como si pesase varios kilos, o fuese un pulgar planetario indicando el lugar para la excavación
Y decía ante los espejos:
¿De veras crees que tus ganas de leer este poema son posteriores a mis ganas de escribirlo?
O:
¿Has visto que en la zona de los títulos las palabras gozan de inmunidad?
Luego le gustaba hacer la plancha en una piscina azul decorada con hojas de acanto, así:
_____ ¿Eres capaz de vencer al triángulo? ______
Rafael Teicher
No hay comentarios:
Publicar un comentario